domingo, 24 de enero de 2010

EXTREMADURA BAJO LA INFLUENCIA SOVIÉTICA (I) LLERENA


Referencia a uno de los asesinatos cometidos por los marxistas en Llerena
(
Boletín Oficial de la Provincia de Badajoz, 27-diciembre-1937)

Comenzamos la transcripción de algunos capítulos del libro Extremadura bajo la influencia soviética, publicado en 1937 por Rodrigo González Ortín. Apenas conocida conocida fuera de los círculos de especialistas, es una obra que merecería reeditarse sin olvidar su verdadera naturaleza: un escrito bajo la impresión de los sucesos y redactado de manera muy temprana con una intencionalidad al mismo tiempo testimonial y propagandística

III.- La heroica defensa de Llerena en el contraataque
Primera ciudad que visito de tierras extremeñas, que con justo orgullo llaman de la pluma y de la espada. En Extremadura nacieron, entre otras glorias, Carolina Coronado, Arias Montano y Espronceda, Hernán Cortés y Pizarro, no faltando el sabio pincel de Zurbarán.

Anotando en cada pueblo solo aquellos datos que puedan ser de utilidad a los lectores, dejemos para nueva ocasión el Folklore, ya que no creo pueda ser de interés el saber que entre los juegos de entretenimiento en algunos pueblos para las niñas son el corro, al alimón, la comba, etc.y para los niños el repión, bilarda o el jincote. Esta ciudad es cabeza de partido judicial, con unos 10.000 habitantes, plaza fuerte y una de las principales poblaciones de la provincia de Badajoz; sus producciones principales son: cereales, garbanzos, aceite, miel y ganadería, minas de plata (hoy casi agotadas), tejidos, aguardientes y cervezas.

El partido tiene 18 Ayuntamientos con 76.000 habitantes, a 111 kilómetros de Badajoz, estación férrea en la línea de Mérida a Sevilla y carretera de Ventas de Culebrín a Castuera. Las antiguas murallas acreditan la importancia estratégica que tuvo en otros tiempos.Con respecto a organización de Falange, existe enclavada la Jefatura comarcal número 9.

Informado de los sucesos con motivo de la dominación roja, en esta ciudad fueron detenidas durante la misma (veintiocho días) 63 personas por el solo hecho de pertenecer a las clases de orden o tener creencias cristianas; entre ellas se encontraban el actual jefe comarcal, joven Teniente de ferrocarriles, camarada Julio Burgueño Cortés, el secretario comarcal Teodoro Hernández Ronquillo, jefe local Ángel Seco Guerrero, don Celestino Rebollo Gómez (capellán de Falange), don Alberto Zambrano (Arcipreste) don Antonio Peña de las Peñas (farmacéutico y abogado), don Miguel del Barco Manzón (maestro nacional), don Aurelio Rincón Fernández (abogado), don Francisco Cuellar Montaño (maestro nacional) y la señorita Micaela Burgueño Cortés (hermana del jefe comarcal). El trato que recibieron durante su prisión no fue muy malo del todo, si bien a los familiares les hacían sufrir de manera extraordinaria, hasta el punto de que el último día de prisión los guardianes rojos de la cárcel les hacían volver con las comidas que les llevaran, haciéndoles indicación ser síntoma de una segura muerte.

El día 5 de agosto, a las ocho de la mañana se inició el tiroteo por las fuerzas salvadores que se aproximaron a conquistar el pueblo y libertar a los presos. Viendo los rojos que las tropas se acercaban, resolvieron incendiar la cárcel para que perecieran los encarcelados, a cuyo efecto llevaron a dicho edificio varios bidones con gasolina; pero no creyendo suficiente cantidad, al llevar dos bidones más, el portador de los mismos fue muerto en el mismo portal de la prisión por el fuego de dos ametralladoras que a tal efecto dispararon, impidiéndose con este motivo el criminal propósito. A las doce del día el Teniente de la Guardia Civil, don Antonio Miranda, iniciador en la preparación de la toma del pueblo, acompañado del jefe provincial de Badajoz, camarada Arcadio Carrasco, llegaron a las puertas de la prisión dando libertad a todos.

El día 31 de agosto podemos decir se vistió de orgullo y heroísmo una página de nuestra historia con la defensa efectuada en el contraataque por una centuria de Falange, una compañía del Regimiento de Granada número 6, al mando del Capitán Carrión y Guardia Civil en número de diez o doce al mando del citado te­niente Miranda, que de manera brillante y valentía sin límites dieron una lección sin precedentes a la columna que atacó compuesta de 3.000 hombres al mando del capitán Sediles aportando ametralladoras, morteros, cañones y tanques, de los que quedó uno en nuestro poder; la descubierta de la repetida columna roja la efectuaban dos aeroplanos rojos. Es digno de reflejar la gesta heroica del nunca bien llorado llerenense camarada Rogelio Delgado Á1varez que al hacer la retirada observó que ondeaba a bandera roja colocada en una caseta de la Estación del ferrocarril. Con la valentía caracte­rística del falangista y emoción patriótica, ciego al peligro inminente, se volvió, dirigiéndose hacia la caseta sin obedecer su entusiasmo la voz de sus superiores, consiguiendo arrancar la roja bandera; mas al pisarla sobre el sueldo, el disparo de varios rojos parapetados le produ­jeron la muerte tan honrosa como ejemplar.

En esta ciudad, como principales edificios religiosos, se encuentran la parroquia (La Grana­da); es de estilo plateresco, construida según el modelo de la Giralda, hoy casi destruida por el salvaje proceder rojo.

Entre las joyas que se han perdido en la que­ma de la citada iglesia se encontraba la patrona de la ciudad (Virgen de la Granada), de talla en madera del siglo XII; estaba representada por la Virgen María sentada en un trono de madera, medía aproximadamente unos 90 centímetros, imagen muy venerada por todos los llerenenses.

La principal joya de la que aún se conservan vestigios es la Santísima Trinidad, grupo escul­tórico en mármol de 1’35 de altura; es del siglo XIII, su estilo románico; ha figurado en las Ex­posiciones de Sevilla, Fregenal de la Sierra y Barcelona; sólo hay dos de este estilo: una en Madrid y la de esta población, hoy destrozada por las hordas marxistas.

Dirigentes rojos

Muchos son los dirigentes de verdadero ins­tinto criminal que sufrió este pueblo; citemos solo al tristemente célebre Maltrana ya que éste por su proceder y conducta canallesca consiguió popularidad, no solo en todo este distrito, sino en casi toda España. Rafael Mal­trana Galán, solo su repugnante tipo, era sufi­cientemente para comprender sus instintos; es de cuello y nariz exageradamente largos y del­gados, de filiación socialista; fue presidente del Sindicato y alcalde al proclamarse la República, y durante el primer bienio, hubo de observar durante su actuación una conducta desastrosa e inmoral; durante el movimiento desempeñaba el cargo de militar con la jerarquía de alférez, jefe de milicias roías; actuó con el procedimien­to más criminal que pudiera describirse; se jac­taba de ser jefe de martirio y asesinato. Valién­dose de un coche que tenía a su disposición, se dedicaba a ir a todos los pueblos y sacar de las cárceles a los presos para asesinarlos; iba siempre acompañado de su escolta especial, ele­gida por él y compuesta por varios rojos esco­gidos entre los más criminales de aquellos con­tornos.
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Ni posible ni justo sería despedirse de Lle­rena sin decir algunas palabras de la organización de Falange Femenina y de la personalidad de su jefe; es imposible hacer un juicio exacto de sus méritos, pero digamos sólo que Manolita Román es ejemplaridad de la Falange Feme­nina. Unos minutos de charla con esta jefe lo­cal son suficientes para acrecentar el espíritu nacionalsindicalista al más incomprensivo, y para convertir al más pusilánime en decidido batallador. La interpretación más fiel y exacta que esta joven haya concebido del momento trá­gico español, bien pudiera ser un manantial de virtudes, de cuyas puras aguas, llenas de pa­triotismo y bondad, se acercaran a beber aque­llos necesitados, más llamados a salir de las comodidades de sus hogares, donde apoltronados esperan el final feliz de este derrotero na­cionalista que nos conduce a la España nueva. Con el ejemplo de esta Jefatura local extremeña, estará muy próximo patentizado el fin espiritual de los propósitos de nuestros postulados. Ma­nolita Román, en el desempeño de su cargo, bien pronto ha conseguido la popularidad entre los llerenenses; sus cualidades bondadosas y sus desvelos por las obras caritativas le han he­cho acreedora al cariño y admiración de los hu­mildes y de cuantos le tratan; esta Falange, con la integridad de su centuria de afiliadas, de cu­yas cualidades nada resta decir, sí solo que son seguidoras del ejemplo de su jefe, con la disci­plina por placer, la bondad por orgullo y el pa­triotismo por norma, abandonan los quehaceres necesarios y los más anhelados deleites de su juventud para entregarse de lleno al servicio de su patria, con la tarea constante al cuido del heroico soldado español, que con el desprendi­miento generoso de sus vidas pugnan por rege­nerar a España. Yo, por mi parte, me felicito de haber encontrado en mi ruta informativa una organización modelo, que gritará conmigo, bra­zo en alto, con un ¡¡Arriba España!!, asomando a sus labios una sonrisa de heroína triunfa­dora.

Tomado de: González Ortín, Rodrigo, Extremadura bajo la influencia soviética, Tip.Gráfica Corporativa, Badajoz, 1937, pp.41-47