domingo, 24 de enero de 2010

EXTREMADURA BAJO LA INFLUENCIA SOVIÉTICA (III): GRANJA DE TORREHERMOSA

V.- Los asesinatos de Granja de Torrehermosa

Villa con unos 8.000 habitantes, a 102 kilóme­tros de Badajoz y con estación férrea en la línea Peñarroya a Fuente del Arco y Conquista; sus producciones principales son: cereales, garban­zos, hortalizas y ganados.

En este pueblo hubo 60 detenidos durante cincuenta días, a los cuales se les dio un trato desastroso, hasta el extremo que, ante las sú­plicas de que se les abriese las ventanas o puertas, a fin de facilitarles la respiración (pues tan reducido era el local que algunos empezaban a sufrir los efectos de la asfixia), estos salvajes les encendían candelas en la misma habitación, les hacían barrer y limpiar, obligándoles a sacar la basura a la plaza, lo que les servía de mofa hacia los sacerdotes y señores.

Entre los asesinados en esta villa figuran: Don Pedro Liévana, sacerdote párroco; don Ar­cángel Domínguez López, sacerdote; don José Isaac Gañán, presbítero; don Enrique Spínola Llera, perito mercantil; don Antonio Spínola Llera, hermano del anterior; don Ernesto, don Francisco y don Felipe de la Gala, hermanos; doña Felisa, doña Piedad y doña Ventura Llera de la Gala, hermanas; don Antonio, don Emilio y don Joaquín Llera Spínola, hermanos; don José Spínola Gómez y su esposa doña Paula Henao, y así hasta setenta y seis, entre los que se encontraron varios que trajeron de Fuente­ovejuna, y además los falangistas, víctimas de su ideal, camaradas Fernando Ramírez Esquíla­che, Francisco Martínez Corvillo, Inocencio Martínez Barragán, Francisco Gaete Espinal, Carmelo Sánchez Corvillo, Mariano de la Paz Ortiz y José Moreno Prado. Estos mártires fue­ron muy mal tratados; les amenazaban constan­temente de muerte para que gritaran viva el co­munismo; mas todo fue inútil, pues a pesar de los bárbaros azotes con que les martirizaban, todos murieron con un ¡Arriba España!

En este pueblo «la valentía roja» también manchó sus manos con sangre inocente, pues encontrándose refugiados en una bodega en compañía de sus padres (ya mencionados) la niña de diez años llamada Rosarito, hija de don Francisco de la Gala y doña Felisa Llera de la Gala y otra de seis años llamada Encarna, hija de una criada, y otra de tres años llamada Ma­ri, hija de don Felipe de la Gala, fueron asesi­nadas a tiros, pereciendo igualmente una an­ciana mujer llamada Rafaela Barroso (abuela de la niña Encarna), a quien también el temor le hizo refugiarse en dicho lugar; crímenes cometidos al tener conocimiento que las tropas salvadoras se aproximaban a dicho pueblo.

Destrucción de joyas religiosas

Entre los edificios religiosos se encuentran la iglesia parroquial, de estilo gótico-mudéjar, una ermita, varios Santuarios denominados Patro­no de San Sebastián, San Juan, la Magdalena y el Carmen; el interior de ellos y todo lo que en los mismos existía fue destruido por el fuego.

Como obras escultóricas de más mérito se encontraban «El Cristo del Humilladero», «Pu­rísima Concepción», un «San José» y «Nuestro Padre Jesús Nazareno» (siglo XVI).

Dirigentes rojos

Encontrábanse entre éstos el alcalde llamado Anselmo Martín, de oficio tabernero; era preci­samente el característico hipócrita que traba­jaba «agazapado». Entre los ejecutores crimi­nales, Pedrito «el Tonto»; éste era el encar­gado de dar el «tiro de gracia» a los asesina­dos, que consistía en apalear el cráneo de los mártires. Las hermanas Baqueras, los herma­nos Lagartún, Pedro Gómez «el Sacristán» y el maestro nacional de Azuaga conocido por Emi­lio «el Extranjero». Este era un verdadero sá­dico; hacia llevar a su presencia por los crimi­nales a las victimas, lo que presenciaba, expe­rimentando con ello gran deleite; y por último el farmacéutico Gabriel Moreno, «digno» com­pañero de los demás.Terminado este informe regreso a Azuaga, donde pernocto, continuando al día siguiente el viaje, donde después de unos 14 kilómetros de recorrido, los que efectúo en coche viajero de La Sevillana, me encuentro en Berlanga.

Tomado de: González Ortín, Rodrigo, Extremadura bajo la influencia soviética, Tip.Gráfica Corporativa, Badajoz, 1937, pp.65-68